El vino en la bodega
Cómo custodiar un producto vivo
El vino es un producto vivo y en constante evolución, lo que, al contario de lo que ocurre con otras manufacturas, exige cuidados que sobrepasan con mucho los derivados del simple almacenamiento.
Para que las botellas que en algún momento saldrán al mercado mantengan sus características originales, calidad y valor específico, es imprescindible:
1
Mantenerlas a temperatura constante,
entre, aproximadamente, 10ºC y 15ºC, para que el vino no pierda ni sabores ni aromas.
2
Controlar la humedad ambiente,
en valores entre el 60% y 80%, para evitar que se sequen los corchos y el vino se arruine por oxidación, y/o que las etiquetas se enfanguen por el moho.
3
Almacenarlas en espacios donde no pueda llegar la luz natural ni fluorescente,
para que, especialmente los vinos blancos y rosados, no tengan “gusto a luz”.
4
Vigilar que la bodega esté siempre bien ventilada,
para que no lleguen al vino indeseables olores externos.
5
Colocar las botellas en posición horizontal
para que el corcho siempre esté en contacto con el vino, lo que, por añadidura, facilita la rotación de las botellas por orden de antigüedad.
6
Impedir que lleguen desde el exterior vibraciones o ruidos fuertes,
que pueden alterar el proceso de envejecimiento.
Custodia adecuadamente el vino en bodega